Yo no sé si un día esta herida cure, pero estoy seguro de que hoy no será. Puede que mi corazón así madure, imaginando que le quede un poco más...
Siempre me ves llegar, y siempre me ves venir, con el mundo entre las manos para ti. Y tengo claro lo que soy, y siempre me ves venir, arrastrando mi cordura en el camino a la locura por tu voz............
(Me hipnotizaron las luces de las velas dentro de las lampararas de cristal con sus reflejos de colores, era una noche muy fría y el rojo reconfortaba aunque solo fuera la vista)